MI AMIGO JESUS
"Todo porque en la noche se juntan y se dejan escuchar en la azotea. Hay tantas teorías sobre ellos. Algunos los caracterizan como animales de caza o de rapiña; otros dicen que es porque la hembra los llama; lo cierto es que el gato de por sí le agrada salir. Así como disfrutan de la leche, las caricias y la buena vida, también les gusta juntarse. Mentira que un gato quiera meterse en casa de otro gato, tampoco que vaya a robar. Entonces, si tienen satisfechas sus necesidades en el lugar donde viven, ¿a que salen?
-Ahí los tienes-dice Ángela-, hasta parece que entienden.
Quién sabe cuantas épocas de celo haya en estos animales. Estoy de acuerdo en que no ha de ser ocasión que se le ocurra a un gato tener relaciones con una gata. En eso son muy respetuosos. La hembra despide olores y entonces se alborotan.
¡ Que maravilla es eso de la naturaleza-asegura mi mujer-,la cosa en sí!
Ella los ha visto muy bien cuando se bañan y toman una postura tan placentera. Primero se limpian la mano, después la cara. Se pasan la lengua por todo el cuerpo y al final se asean esa parte"
Tomado del libro Afuera hay un mundo de gatos, autor Jesús de león.
Para algunos irreverente y osado, para otros, amigo entrañable conocedor del quehacer Literario en México, incansable, narrador extraordinario enemigo de la obviedad y la cursilería, ameno, erótico e hilarante así es Jesús de León.
Para quienes hemos tenido la fortuna de contar con su amistad podemos decir que posee una gracia especial en contar las cosas cotidianas con increíble maestría.
Entre sus libros se cuentan, Afuera hay un mundo de Gatos, Pamela del Río por Nosotros mismos o Bajo el Rencor en coautoría con Gabriel Contreras, Un infierno mas íntimo, Semidesiertos, Los relatos de la Sierra o narrando fotografías en Dibujado con Luz , entre otros.
Conferencista y presentador de libros propios y extraños, desde el Archivo Municipal de Saltillo, Coahuila ha aprovechado al máximo lo que ahí encuentra, para exponerlo con verdadera originalidad.
Como el lo comenta en los libros que me ha dedicado con cariño siempre fui su “adorable estropajosilla” y “compañera de faenas editoriales” cuando laboramos los dos para Consejo Editorial de Gobierno del Estado, con publicaciones como La Gazeta revista cultural, en Temas del Virreinato extraído de documentos facsimilares, Escritores en el Umbral libro revisado y editado por él, resultado del I Encuentro de Escritores del Noreste organizado por Gabriel Pereira de la Lanza, en donde las mesas de trabajo reunieron narradores, poetas y ensayistas del Norte de México.
Y en donde se dio una verdadera convivencia a pesar de los egos que suelen poseer los escritores, situación que Jesús sabe como lidiar, se logró reunir en las mesas a diversos autores del Norte de México los cuales se dieron cita en Saltillo, Coahuila para el evento.
Si hay alguna cosa que Jesús no sabe que tiene es solidaridad para con los amigos, puesto que a falta de un trabajo, me dio todo su apoyo para salir adelante cuando los tiempos se pusieron difíciles.
Amigo de noches bohemias en las que las largas pláticas combinadas con unas refrescantes cervezas hacían la vida agradable, entre narraciones y risas hacían que el tiempo se acortara.
También fue mi maestro en Consejo Editorial en donde no siempre estábamos de acuerdo pero siempre las diferencias se arreglaban con una buena comida después del trabajo.
Aquí un extracto del libro Los Relatos de la Sierra en donde Jesús de León deja ver su personalidad.
En el recuerdo mas remoto, veo a mamá frente a su máquina de coser, con rizos a la manera de Rosita Fornés y escuchando en el radio “A la orilla de un Palmar”. Ella soñaba con tener una familia muy numerosa, pero sólo pudo tener dos hijos. Mi hermano y yo nacimos en casa y fue una comadrona llamada Leopoldina quien nos trajo al mundo. Los maridos se oponían a que sus mujeres se aliviaran en las clínicas, argumentando que podrían cambiarles a sus hijos. En realidad estaban encantados de que las parteras se fueran a vivir a casa de las parturientas para remplazarlas en todos los quehaceres incluidas las tareas conyugales.
Después de su segundo parto, mamá quedó delicada de salud. Un par de tías solteronas que vivían con nosotros se encargaron de atendernos. Mi madre era simplemente el ojo vigilante que no dejaba a sus hijos ni a sol ni a sombra. Por culpa de ella fuimos un par de niños pulcros y bien presentados; de lo contrario, su acoso podía volverse enloquecedor. En cambio papá fue la libertad absoluta. Rara vez lo veíamos en casa. Vivía libre y nos dejaba libres.
Y así Jesús nos trasporta al pasado y luego nos regresa al presente, como él solo sabe hacerlo porque el nació narrador y escritor y espero leerlo por mucho tiempo mas.
Y sobre todo contar con su valiosa amistad todo eso a pesar de que ahora vivimos en lugares distantes.
Adelante amigo todavía hay mucha tarea editorial que hacer y esperamos ansiosos tu libro sobre la Región Carbonífera.