HAY DOS PRINCESAS QUE HACEN FIESTA CUANDO SE VEN...

Le gustan los vestidos largos para así menearlos cuando baila, los cuadernos para colorear, los cuentos, los pizarrones para jugar a la maestra, las muñecas para vestirlas a su antojo, peinarlas y despeinarlas, las películas de princesas, no le gusta mucho levantarse para ir a  la escuela sin embargo es muy inteligente la mejor del salón, a sus 7 añitos ya sabe leer, escribir e identificar figuras geométricas, cuando viene a esta ciudad le alegra mucho encontrarse con su familia, ella es Grissely, la princesa de vestido amarillo.

La princesa Blanca Nieves es Melina ella vive con su mamá y sus  hermanitos Jaciel y Ángel, viene a ver a su papá y su abuelo los dos “Betos”, los fines de semana, es una niña muy lista un tanto mas calladita madura para su edad, se entretiene tanto dibujando que a veces no advertimos su presencia lo hace desde muy pequeña dibujaba a su familia, le gusta ir a la escuela y aprende rápido,  le encanta vestir a la moda, usar pinturitas, collares, pulseras  y tacones, armar rompecabezas, leer cuentos e ir a la plaza.

Las dos hacen una fiesta cuando se ven brincan, cantan, bailan y el tiempo que pueden se la pasan juntas, sus mundos son diferentes mas no su cariño.

Son  unas criaturitas  alegres y dulces que iluminan la vida de quienes las rodeamos metidos en las presiones diarias de trabajo, problemas y pagos, nosotros los adultos que a veces no solemos sonreír encontramos en ellas un motivo para hacerlo y ellas no saben de eso solo viven para jugar y reír.

Grissely quiere ser maestra cuando sea grande y ya desde ahora va ensayando tiene autoridad, acomoda a las niñas como en el salón y empieza a dirigirlas quizá por imitación a su maestra o a su mama Marisol quien se distingue por movilizar masas.

Y Melina a veces rebelde no se deja mandar, en una ocasión discutió con ella porqué le preguntó por el teléfono de su papa y ella no se lo supo, Melina le dio un  sape al que siguió una queja de Grissely con su mamá, discuten y pelean como todos los niños cuando no se ponen de acuerdo y al rato están juntas de nuevo jugando.

Grissely deja por fines de semana su lugar de origen para llenarse de tierra a su gusto en el patio de la casa del Abuelo, se siente muy feliz, tanto que llora cuando le dicen que se irá el domingo, para ir de nuevo a la escuela el lunes en “el otro lado”.

Y Melina también parte para ir con su mamá y hermanos para seguir la semana con su rutina diaria de la escuela.

A las dos les gusta mucho visitarme, jugamos y pongo algunas películas, compramos palomitas y bebidas como en el cine, dicen, platico con ellas de lo que les gusta, como se llaman sus amiguitos, quien es su maestra como es y hacemos bromas ellas me iluminan esta casa sola.

La madrina y tía de Grissely  se llama Grisel ha sabido llenar de atenciones y cariño a la niña, también Luis su primito quien la adora, ya que también es hijo único y su tío Melchor, la familia que los acoge cuando llegan de los Estados Unidos, y de vez en cuando viajan para visitarlos.

Así es la vida de estas dos princesas que crecerán sin duda rodeadas de amor  y a quien quise dedicar este espacio para agradecer la alegría que me da verlas juntas y felices, espero estén  así por mucho tiempo y no pierdan esa dulzura cuando sean mayores como la mayoría de nosotros lo hacemos, hemos dejado al niño olvidado en un recuerdo lejano y nos apartamos  de estos goces, hasta que nos encontramos con un pequeño que  nos recuerda que una vez lo fuimos y también disfrutábamos la vida como ellos, entonces nuestra mirada dura se transforma, por unos minutos y nuestra paciencia y tolerancia crece.