
Papá y yo nos hablamos a través de los chileros, en una ocasión cuando estaba lejos de casa y regresé él me contó que estaba acostado y que un chilero se paró en la ventana, picaba y picaba entonces el pensó inmediatamente en mi en que yo quería regresar y hablarle.
Hace unos días estaba yo en un centro comercial donde paré a comer en medio de tanto trabajo y a mis pies llegó un chilero y luego se paró en un barandal frente a mi, casi lo vi que volteaba a mirarme mientras cantaba. Esto es tan raro porque el lugar es un sitio completamente cerrado y ahí estaba e inmediatamente pensé en papa y envié un mensaje a casa para preguntar por él.
Un día, mi descanso, es tan poco para estar allá pero es el único tiempo que tengo en este trabajo que conseguí y que me gusta.
Ahora tengo un momento de paz en estos jardines de una universidad en donde vengo a hacer un reportaje, sentada en una banca escribo este mientras escucho el ave maría que me da un momento de calma entre tanto ajetreo diario.
Aproveche este momento para escribir en este espacio aunque ya casi no tengo tiempo para hacerlo.
Completo este blog en la casa que renté en esta ciudad de Saltillo, es mi día de descanso, recién llegue de Sabinas, papa camina mas lento, pero no deja de hacerlo en todo el día, se ve mas cansado, me duele ver que ha perdido entusiasmo por convivir y reír por mas que tratamos de integrarlo, no mira bien quizá es por eso que antes de venirme me dijo que quien era yo, prefiero pensar eso a caer en la realidad de que ya pronto no nos conocerá.
Extraño al viejo que platicaba sus historias aunque las contara una y otra vez, extraño su ánimo y tengo miedo que un día llegue a casa y ya no me reconozca.
Alguien me dijo no se puede tener todo en la vida, pero yo me pregunto porque no tuve estas oportunidades de trabajo en el lugar donde esta mi familia.
Sin embargo yo se que tengo que echarle muchas ganas para poder ayudarlo cuando pueda aunque este lejos, que no le falten sus medicinas.
A veces las dificultades son muchas la renta, luz, agua y el carro se llevan mucho de mi quincena, pero aun así me siento contenta de contribuir aunque sea con poco a sus gastos.
También a veces extraño a mi familia, aunque los veo cada mes, pero esto es así, bueno ya basta de tristezas, necesito el entusiasmo para seguir adelante y cumplir mis propósitos (Yo sola me regaño aqui frente a la computadora).
Tengo un trabajo que me gusta, tres días a la semana o a veces entresemana cubro eventos juveniles, para un suplemento del periodico, la semana pasada por ejemplo estuve en unas conferencias sobre mercadotecnia infantil, un concurso internacional de robótica, antier una obra de teatro y los primeros días de la semana noticias locales.
Llego a casa agotada pero satisfecha, necesitaba un trabajo que me permitiera ganar un poco mas y hacer periodismo, pues que para eso estudie.
Luego hay un dicho que dice “ Nunca digas nunca”, yo que había prometido que ya no me desvelaría tanto ni saldría de noche, ahora que estoy llegando a una cierta edad interesante jajaja resulta que por mi trabajo tengo que hacerlo, aunque a veces me emociono tomando fotos captando la alegría y la locura de la juventud, me contagian y me hacen recordar cuando yo también me la pasaba en fiestas cuando estaba en la universidad y vivia de noche aunque sufriera las consecuencias al otro día.
Mando mis cariños a mi familia que me hicieron sentir tan bien ahora que estuve en la casa, doy gracias a dios por contar con ellos. Hasta el mes próximo mi gente pues son mi sosten.