
De pronto quisiera ser como el Calamar que tiene tres corazones así, uno me serviría para sopesar las pérdidas, otro para amar incansablemente y otro para emprender.
Bety sólo tuvo uno y le falló después de sus 60s, pero ese corazón le bastaba para todo, era una luchadora, solo puedo hablar de lo que vi, cuando pasé temporadas en Monterrey con ella y su familia, siempre trabajando para proporcionar a sus hijos lo mas que se pudiera y así se defendieran en la vida.
Flora ha de extrañar mucho a “Doña Tety” como cariñosamente le llamaba, las dos tenían una conversación diaria, sobre cualquier tema, lo que fuera, discutían pero siempre terminaban riendo y abrazándose, feliz fin de la discusión.
Fueron grandes compañeras, amigas, madre e hija, también Raúl el cuate de repente le lanzaba un ¡ Amaaaa! Ya sea por exasperación y otras veces de gusto al verla, la amaba mucho, y siempre la acompañó, le proporcionaba su tiempo y apoyo.
Que yo recuerde siempre trabajó, tanto en el ramo de Hotelería y Turismo en Mérida, como en algunas empresas en Monterrey y no tuvo empacho en aceptar un trabajo de intendente en Laredo Tx. En donde terminaba exhausta, todo sea por mejorar su vida y la de sus hijos , nunca dejó de visitarme en donde viviera, la última vez en Saltillo paseamos por varios museos y el que más le gustó fue el de El Sarape, por los vestidos típicos que ahí se exhiben.
Si……..se extraña por su alegría y ganas de vivir intensamente, porque por momentos parecía que una bomba explotaba y en otros hacía reír y sobre todo cuando cocinaba la vida era más agradable para todos, a mi reclamaba por mi falta de opinión en los conflictos familiares pero siempre pensaba, me veo más bonita calladita.
Definitivamente le tenían que apagar los focos de las tiendas para que saliera, a veces no se decidía por los artículos ante la impaciencia de los despachadores, me consta que sacaba por la mañana aquellas montañas de ropa para lavar y a los pocos minutos me decía vamos aquí o allá y el caso es que la ropa se quedaba esperando, llegábamos y la guardaba de nuevo hasta que hubiera tiempo.
Ahh! Porque además de trabajar en alguna empresa vendía artículos promocionales ya sea con el carnicero de la esquina, el de la tienda, panadería o cualquiera de los negocios cercanos a su casa, platicaba con ellos y terminaba por hacer negocio.
Si algo le gustaba hacer era viajar así conoció distintos lugares de la república y Estados Unidos y últimamente visitaba mucho Charcas, S.L.P. en donde tenía una casita y nos invitaba a todos, la hospitalidad siempre fue una característica especial en ella, en ese pueblito viven los parientes de su compañero de los últimos años Víctor a quien por momentos le brindaba cariño y por otros reprendía como si fuera este uno más de sus hijos, a lo cual Víctor aceptaba serena y pacientemente.
Qué decir de su amor por Jackeline, a pesar de la lejanía la visitaba continuamente o llamaba por teléfono, no puedo olvidar que cuando regalaron una motocicleta a Jaky cuando era más pequeña, se la prestaba o llevaba a su mama al trabajo, ahí andaba Bety recorriendo las transitadas avenidas de Monterrey en moto, falda y saco, muy elegante.
Luchó por la custodia de Jenice su hija menor, porque su padre la llevó a vivir lejos, hasta que logró que regresara a Monterrey entonces ella convivió mas con su familia y se sentían más completos, fue tiempo de acoplamiento y mejor para todos.
A Beto Hernández el cuate lo quería mucho, siempre estuvo ahí para apoyarle en las buenas y malas, le recordaba a su padre quien murió cuando los cuates eran muy pequeños en la lejana Mérida, nunca regresaron a ese lugar a pesar de que allá quedaron los parientes y la belleza del lugar.
No solía Bety hablar del pasado, su mundo estaba en el presente y solo se ocupaba de los asuntos mediatos, su día era muy ocupado siempre, entre atender a uno y otro de sus hijos y con su esposo, al final terminaba ya muy tarde para finalmente descansar.
Aunque siempre procuraba arreglarse y andar muy guapa, no gustaba de los colores oscuros, su ropa era alegre, aun en invierno lucía primaveral el 9 de Mayo cumpliría años, en su último festejo no faltó la musica sus hijos se ocuparon de que se la pasara feliz y le llevaron un grupo, ni supieron de donde pero llegaron otros grupos de norteño "fara fara" decimos, muy contentos todos.
Ya está allá ella conversando con Dios, no sé si por ratos lo desesperará y por otros hará que la ame mas, por nuestra parte nunca la olvidaremos.